viernes, 29 de marzo de 2019

Guaidó: El 27 de abril se seca y se pudre


La “épica” que la mediática internacional otorgó al ciudadano Guaidó ha rodado por la pendiente del desprestigio a la misma velocidad que el reclamo de sus seguidores se ha venido pudriendo. De presidente interino a encargado, de encargado a autoproclamado, de autoproclamado a líder de la oposición, de líder de la oposición a opositor a secas, y seguro pronto Juancito el iluso fracasado.

El único logro de Guaidó hasta ahora ha sido engañar a Trump, a Rubio, a Pompeo, a Pence y a Bolton de que el poder le iba a caer en las manos como lluvia de abril, que los militares venezolanos temblarían en sus botas ante tanto poder amasado en la frontera para hacer entrar la “ayuda humanitaria”, y que Nicolás Maduro botaría tierrita y se exiliaría a Norcorea. Luego del estruendoso fracaso, sus amos norteños le reclaman ahora su falta de triunfos en el terreno. A pesar de sanciones, robos descarados de activos, especulación de precios y llamados a la rebelión, su ascenso a la presidencia esta hoy más lejos que cuando era un candidato a diputado a la Asamblea Nacional, y se ha convertido más bien en un hazmerreír político y referente de muchos memes y chistes.

La estrategia del gobierno legítimo de Venezuela y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, de “a Guaidó ni ignorarlo para que no se victimice”, pero a la vez usando contención y contraataque (dentro de la estricta legalidad de la Constitución) hacia todas las iniciativas interventoras por factores externos ha funcionado de manera excelente, demostrando al pueblo y al mundo que la oposición venezolana siempre puede alcanzar nuevos niveles de incapacidad e irrelevancia.

La estrategia de la oposición golpista (y la de la no golpista también) falla y seguirá fallando porque nunca se bajarán de su mula de soberbia y arrogancia, donde siempre presumen que son seres superiores destinados a gobernar sobre unos harapientos incultos. No conciben ni concebirán que el liderazgo individual y colectivo de la revolución sea superior a su intelecto POR SI SOLO. Una y otra vez imaginan otro tipo de contrincante, uno muy recortado, un hombre de paja al que basta acercarle un fósforo para que desaparezca en llamas. Y en ese desatino convencen y arrastran a sus patrocinadores, con compromisos de entregarles la fortuna actual y futura del país a cambio de unas migajitas para sus siempre ávidos buches.

El tiempo se agota, la fecha de vencimiento se acerca. La construcción del liderazgo fantasma de Guaidó avanza su pudrición de manera acelerada, y ahora le entró el desespero con la “Operación Libertad (Marca Registrada ®™, patentes pendientes)”. Como dice @Globoterror, promete un simulacro de marcha como preludio a un simulacro de invasión militar que desembocará en un simulacro de salida de Maduro de Miraflores para que él convoque un simulacro de elecciones como parte de su simulacro de gobierno interino.

Esa fecha inminente que luce en el horizonte, la fecha de caducidad del yogurt piche que fermenta en la cabeza de Guaidó, es el 27 de abril. Ese día suceden varias cosas. Venezuela recupera soberanía al salir definitivamente de la OEA, acabando con ese antro de intervención que el enano de Luis Almagro y los países sodomizados por Trump han usado para agredir a Venezuela. Y como salimos legalmente y con la cabeza en alto, incluso los países que nos adversan se negarán a pervertir más a ese foro con la pretensión de que haya un otro autonombrado representante (ya se hace costumbre) por nadie más.

También ese 27 de Abril se cumplen los 90 días del “ultimatum” proclamado con resabios coloniales por la Unión Europea sobre el reconocimiento a Juan Guaidó y que nos conmina a (re)hacer unas elecciones cuyo resultado incontestable obviamente no fue de su agrado (como si eso les incumbiera). Será evidente entonces que Nicolás Maduro no ha dejado de ser ni por un minuto el Presidente Constitucional en ejercicio, y que el señor Guaidó ni siquiera ha logrado ser el administrador del grupo de Whatsapp de John Bolton que le dicta la agenda del día. Ya Alemania, España y otros países reculan con ese apresurado “reconocimiento diplomático” por presión de EEUU, y luego de ese día deberán recular aún más en sus posiciones.

Es por eso que el 20 de abril es la enésima fecha fetiche de Juan Guaidó, la nueva y mejorada “Marcha sin Retorno (Marca Registrada ®™, patentes pendientes)” hasta Miraflores, con “ensayos generales” el 6 y 13 de abril, suponemos que para reacostumbrar a sus menguantes seguidores al aroma de las lacrimógenas y el rocío de las ballenas. Ese día, aún después de sanciones, apagones, atentados terroristas y guarimbas diversas, el autoproclamado no estará instalado en Miraflores. Muchos de los 50 países reconsiderarán sus posiciones, y el producto mediático Guaidó deberá ser retirado de los anaqueles. Solo le quedará como consuelo el recuerdo de la foto de su mujer con Trump.


Víctor Theoktisto, Ph.D.
Prof. Titular Universidad Simón Bolívar

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