El Petro, ese instrumento poderoso creado por el Presidente Nicolás Maduro para sacarnos de la trampa del bloqueo económico y la devaluación inducida, tiene mucho que dar. Sin embargo, los funcionarios encargados de implementar la política monetaria basada en el Petro están torciendo su rumbo al seguir el consejo “experto” erróneo. Creado como una sólida herramienta para el rescate del Bolívar, el Petro ha migrado a ser un instrumento especulativo atado al dólar, y dejando de lado los commodities venezolanos, en un proceso que acelera la dolarización, devalúa la moneda en que se pagan los impuestos, los salarios, y destruye el poder adquisitivo del trabajador.
¿De qué nos sirve ser dueños de la caña de azúcar si seguimos vendiendo barato nuestro melao y nos endeudamos para traer de afuera los caramelos?
El jueves 29 de noviembre, al cumplirse 100 días de la nueva política económica, el Presidente Nicolás Maduro hizo una alocución para comunicar modificaciones (“factores de corrección”) a la misma. Recordemos que el 20 de agosto se hizo el anuncio de anclar el Petro en BsS 3.600, reformulando el deficiente white paper existente, que expresa el valor de dicho Petro como una ponderación del precio en dólares de los commodities venezolanos (petróleo, oro, hierro, diamante). Estas medidas, junto con un aumento salarial de 3700%, dieron (apenas) un mes de esperanza y respiro a los venezolanos sobre la guerra económica declarada, para de nuevo caer en la misma dinámica hiperinflacionaria de principios de año: Pérdida del poder adquisitivo, depreciación del salario, subida continua de la inflación y una vuelta a la escalada irracional de la tasa de cambio del Bolívar con respecto a la divisa.
Se ha dicho que se cuenta con el consejo de expertos nacionales, (que se han desechado) pero principalmente de economistas extranjeros, de varios países cercanos. Debemos entonces hacernos esta pregunta ¿Que medidas monetarias podrían recomendar estos economistas extranjeros al gobierno de Venezuela para resolver los problemas causados por la guerra económica a nuestro signo monetario el Bolívar, que han dañado terriblemente nuestro poder adquisitivo y esperanza en el futuro? ¿Contamos con el consejo de economistas progresistas reconocidos internacionalmente, gente como Joseph Stiglitz, Yanis Varoufakis, Paul Krugman, Jeffrey Frankel o incluso Thomas Picketty?
Tristemente, no es el caso. Quienes asesoran la política económica del Estado son unos batequebraos importados sin peso específico en sus propios países, por cuyos consejos, salgan bien o salgan mal, cobran bien en divisas. No arriesgan nada, a diferencia de nosotros.
Si eres un economista ecuatoriano, ¿Acaso aconsejarás tener una política monetaria soberana, no sodomizada por el dólar? Tu país no tiene ninguna. Hace 18 años Ecuador eliminó su moneda y adoptó el dólar como propio. El Departamento del Tesoro de EEUU dicta la política económica y comercial. Implica que no hay dinero para políticas sociales.
Si eres un economista argentino, ¿Recomendarías para Venezuela algo distinto a lo que conocés, ché, una libre flotación (depreciación, devaluación) de la moneda, usar el dólar como unidad de cuenta para todo, y alimentar el mercado de divisas con las reservas de la nación, con libertad de movimientos de capitales para que los empresarios fuguen sus ganancias a costa de la riqueza del país?. Si las reservas se acaban, siempre queda acudir al FMI para pedir más dinero prestado y alimentar la centrífuga a costa de hipotecar la república. La moneda local se devalúa, pero siempre se puede endeudar por décadas al país, despedir gente, eliminar ministerios y vender a entes extranjeros porciones completas del Estado. La política monetaria de Macri, pues. Resultado, eliminación de las políticas sociales.
Si eres un economista brasileño, te acordarías de los fracasados programas monetarios de José Sarney y Fernando Collor de Melo para contener la hiperinflación: los planes Cruzado, Cruzado II, Verano y Cruzado Novo. Una sucesión de Ministros de Hacienda sin formación en el área monetaria (¿et tu, Venezuela?) “acordaban” políticas cambiarias y de precios con la burguesía de Brasil. Al final, tutelados por el FMI, se sustituyó al cruzado por el plan Real: solo emitir moneda respaldada 100% por reservas, privatizaciones masivas y despidos, sin poder modificar el tipo de cambio o conducir una política monetaria autónoma. Consecuencia: Destrucción de las políticas sociales. Implicaba un Real anclado al dólar, y una tasa fluctuante con objetivo de perpetua devaluación para desaparecer al cruzado, y en el camino destruyendo el poder adquisitivo de la clase trabajadora, empujando a la mayoría de la población a niveles de pobreza y hambre nunca vistos, que no fueron revertidos hasta que Lula fue electo Presidente.
Podemos seguir listando el bagaje de “experiencia” que economistas de otros países traen para resolver la ecuación sobre como reflotar la economía venezolana. Y estaríamos perdiendo tiempo (y dinero), porque estos autoproclamados gurúes de la economía, partiendo de los tres programas económicos anteriores creados desde el seno del FMI, decidieron proponer un cuarto esquema “Frankestein”, agarrando las cosas que más les llamaron la atención de cada uno de ellos, saltándose los controles y salvaguardias de cada modelo. Surgen así las contradicciones, incompatibilidades y consecuencias no previstas de funcionamiento que estamos viendo, y que los operadores cambiarios externos ya han aprovechado para seguir reventando nuestra economía.
Solo para ilustrar, la más exitosa migración monetaria hasta ahora fue en 2001, la de todas las monedas nacionales de la Unión Europea hacia el Euro. Primero, decidieron hacerla INDEPENDIENTE del dólar, respondiendo sólo a los dictados del Banco Central Europeo. Cada país estableció una tasa de cambio FIJA para migrar su moneda al EURO, y la mantuvo hasta el final de la conversión. Los países fuertes como Alemania, Italia y Francia de hecho REVALUARON su economía al escoger un tipo de cambio menor que la cotización “especulativa”. Los más débiles, España, Portugal y Grecia, escogieron una tasa de cambio que devaluó su economía. En cada caso, las élites económicas [la burguesía de siempre] escogieron cual era el esquema que favorecía el estatus de sus clases empresariales, pero sin rebajar las políticas asistenciales de la clase asalariada. El Euro pasó de valer $0,80 a $1,30.
Esta última experiencia europea se ha ignorado olímpicamente. Ninguno de los economistas itinerantes que nos asesoran tienen historia propia en el parto de una nueva economía soberana. Tampoco han participado aunque sea marginalmente en un proyecto de ingeniería monetaria como el nuestro: un sistema financiero inédito con dos expresiones monetarias, la criptodivisa Petro, basada en la tecnología de la cadena de bloques, para sortear el bloqueo económico brutal del sistema financiero occidental sobre nuestro comercio exterior, y su contraparte el Bolívar Soberano como moneda de curso legal en la república. En ese aspecto son los peores aprendices de brujos posibles, porque desprecian las propuestas de expertos locales, desconocen nuestra realidad como proyecto socialista, y mantienen una afición malsana por las medidas favoritas del neoliberalismo.
Por lo tanto, estos ases foráneos, solo conocidos en su casa a la hora de comer, recurren a la primera página del librito de Economía 101 for Dummies de Von Hayek y Friedman, proponiéndole al Gobierno soluciones ortodoxas de economías neoliberales. Soluciones que incluso para gobiernos de derecha han sido inefectivas, pero que son totalmente erradas para nuestro sistema en transición al socialismo, sujeto a un bloqueo financiero y un ataque monetario despiadado por el DolarToday, causas única de la hiperinflación que devalúa nuestro poder adquisitivo.
Al aplicar dicha política monetaria, se hizo un retroceso importante sobre el rol que el Petro debería ejercer en la economía, mostrando además un desconocimiento total de como usar la tecnología de las criptomonedas para estabilizar nuestro signo monetario. Los pecados económicos cometidos son
Solo para ilustrar, la más exitosa migración monetaria hasta ahora fue en 2001, la de todas las monedas nacionales de la Unión Europea hacia el Euro. Primero, decidieron hacerla INDEPENDIENTE del dólar, respondiendo sólo a los dictados del Banco Central Europeo. Cada país estableció una tasa de cambio FIJA para migrar su moneda al EURO, y la mantuvo hasta el final de la conversión. Los países fuertes como Alemania, Italia y Francia de hecho REVALUARON su economía al escoger un tipo de cambio menor que la cotización “especulativa”. Los más débiles, España, Portugal y Grecia, escogieron una tasa de cambio que devaluó su economía. En cada caso, las élites económicas [la burguesía de siempre] escogieron cual era el esquema que favorecía el estatus de sus clases empresariales, pero sin rebajar las políticas asistenciales de la clase asalariada. El Euro pasó de valer $0,80 a $1,30.
Esta última experiencia europea se ha ignorado olímpicamente. Ninguno de los economistas itinerantes que nos asesoran tienen historia propia en el parto de una nueva economía soberana. Tampoco han participado aunque sea marginalmente en un proyecto de ingeniería monetaria como el nuestro: un sistema financiero inédito con dos expresiones monetarias, la criptodivisa Petro, basada en la tecnología de la cadena de bloques, para sortear el bloqueo económico brutal del sistema financiero occidental sobre nuestro comercio exterior, y su contraparte el Bolívar Soberano como moneda de curso legal en la república. En ese aspecto son los peores aprendices de brujos posibles, porque desprecian las propuestas de expertos locales, desconocen nuestra realidad como proyecto socialista, y mantienen una afición malsana por las medidas favoritas del neoliberalismo.
Por lo tanto, estos ases foráneos, solo conocidos en su casa a la hora de comer, recurren a la primera página del librito de Economía 101 for Dummies de Von Hayek y Friedman, proponiéndole al Gobierno soluciones ortodoxas de economías neoliberales. Soluciones que incluso para gobiernos de derecha han sido inefectivas, pero que son totalmente erradas para nuestro sistema en transición al socialismo, sujeto a un bloqueo financiero y un ataque monetario despiadado por el DolarToday, causas única de la hiperinflación que devalúa nuestro poder adquisitivo.
Al aplicar dicha política monetaria, se hizo un retroceso importante sobre el rol que el Petro debería ejercer en la economía, mostrando además un desconocimiento total de como usar la tecnología de las criptomonedas para estabilizar nuestro signo monetario. Los pecados económicos cometidos son
- ROMPER el anclaje del Petro a los commodities (no se usa la fórmula del white paper) y rebajar el Petro a ser un billete de $60 dólares. Esto solo bendijo la dolarización acelerada del país, un resultado potencialmente suicida cuando nos apliquen sanciones adicionales que nos van a cortar toda posibilidad de usar la divisa imperial.
- ROMPER el ANCLAJE del Bolívar a tasa fija de BsS 3.600 x Petro, al hacer multiplicar la tasa dólar-bolívar del DICOM por esós $60 y crear una tasa FLOTANTE entre el Bolívar y el Petro, que automáticamente hace polvo el salario mínimo en BsS. Sin hablar de que se continua con la tradición de la IV república de dirigir la renta petrolera hacia el mercado de divisas para ofrecer dólares baratos a empresarios poco productivos para que la desvíen al mercado paralelo de divisas.
- Una restricción artificial en la emisión de Petros a ser comprados en BsS, cuya escasez artificial resultó en el Estado creando su propio PetroToday. El Capitalismo vive de la escasez, porque de allí nace el aprovechamiento y acaparamiento de la plusvalía ajena.
- Seguir sin implementar la plataforma blockchain del Petro a través de billeteras digitales. Ir a la SUNACRIP a comprar certificados a plazo no es la manera cómoda y aceptada de operar con criptomonedas.
El resultado ciertamente no afecta mucho el valor del Petro (pero puede ser catastrófico si el dólar se desploma), pero ciertamente abolla y condena al Bolívar a desaparecer, una decisión que al ser recomendada por extranjeros afecta profundamente nuestra soberanía.
La solución, que hemos dado en aportes anteriores, requiere devolver la política monetaria a un plan de sustentación del Bolívar por el Petro. Si estos economistas de países vecinos cobraran en Bolívares Soberanos como el resto de los venezolanos, en el supuesto negado de que supieran como diseñar una arquitectura financiera que maximizara el valor de esos bolívares, entonces recomendarían el siguiente plan de acción:
La solución, que hemos dado en aportes anteriores, requiere devolver la política monetaria a un plan de sustentación del Bolívar por el Petro. Si estos economistas de países vecinos cobraran en Bolívares Soberanos como el resto de los venezolanos, en el supuesto negado de que supieran como diseñar una arquitectura financiera que maximizara el valor de esos bolívares, entonces recomendarían el siguiente plan de acción:
- Libre compra y venta en BsS de la criptodivisa Petro a una tasa de conversión FIJA real y no nominal (sin flotar), mediante
- Una plataforma digital accesible para que todo ciudadano y empresa tenga sus billeteras y pueda movilizarlas sin intermediarios en las cantidades que necesite, y que el Estado mantenga
- Un suministro continuo de Petros respaldados para no crear escasez artificial que induzca un proceso especulativo/devaluativo de ambas monedas.
- Eliminar la entrega de divisas de la renta petrolera al DICOM.
Estamos seguros de que estamos a tiempo para que el Presidente Nicolás Maduro ordene un verdadero “factor de corrección” hacia una política monetaria soberana, libre de las ataduras y concepciones económicas del “consenso de Washington” tan predominante incluso entre economistas que se dicen de izquierda.
En el siguiente artículo, una explicación más detallada de como la política monetaria correcta para la Venezuela revolucionaria y socialista se desprende naturalmente de la adecuada priorización en las relaciones de precedencia de las 10 Líneas de Acción del Plan de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica impulsado por el Ejecutivo Nacional
En el siguiente artículo, una explicación más detallada de como la política monetaria correcta para la Venezuela revolucionaria y socialista se desprende naturalmente de la adecuada priorización en las relaciones de precedencia de las 10 Líneas de Acción del Plan de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica impulsado por el Ejecutivo Nacional
Víctor S. Theoktisto, Ph.D.
Prof. Titular Universidad Simón Bolívar
Criptoverso III